Docentes lojanos entregan Himno Oficial a la Unidad Educativa “Julio María Matovelle”
En un acto cargado de simbolismo, identidad y profundo sentido educativo, personalidades de Loja realizaron la entrega oficial del Himno de la Unidad Educativa Julio María Matovelle, una obra concebida y creada íntegramente por talento local. Esta composición, que desde hoy pasa a formar parte del patrimonio cultural y formativo de la institución, fue recibida con orgullo por autoridades, docentes, estudiantes y padres de familia.
La letra fue escrita por el reconocido docente, escritor y cineasta: Omar Vinicio Guamán, ampliamente valorado por su aporte a la literatura educativa y su compromiso con la formación humanista de la juventud lojana. La música estuvo a cargo de la destacada artista y maestra lojana Carlota Ortega Sanginez, quien, con su amplia trayectoria en la composición coral y formación musical, dotó al himno de una melodía solemne, brillante y emotiva, pensada para que cada estudiante sienta orgullo al entonarla. Los arreglos del himno fueron realizados por la directora de la Institución, Rocío Jiménez Guarnizo, cuya sensibilidad artística y compromiso educativo se reflejan en cada nota, convirtiéndolo en un símbolo de orgullo y excelencia para toda la comunidad.
Durante la ceremonia, directivos educativos y culturales resaltaron que el himno no sólo representa un símbolo de identidad para la comunidad educativa, sino que se convierte en un legado cultural que fortalecerá el sentido de pertenencia entre las nuevas generaciones. También destacaron que la unión entre literatura y música lojana reafirma el talento que florece en la provincia y que continúa alimentando su prestigio cultural a nivel nacional.
El evento concluyó con la primera interpretación oficial del himno, a cargo del coro institucional, momento que fue recibido con aplausos y emociones visibles entre los asistentes. La obra, desde ahora, acompañará actos cívicos, ceremonias y encuentros educativos, consolidándose como un símbolo de honor, respeto y tradición para toda la familia matovellina.
